Ese encuentro entre los afectos y la vida misma.

Hace años comencé un camino, el de transitar por la vida, nací bajo las estrellas y la cruz del sur, donde el viento sopla y las montañas cubren e imponen sus presencia.

Así la vida me vio nacer en una casa de cuna y familia de trabajo y humildes, fue hay donde el primer aroma llego…el de los afectos , con eso entre a la vida.

Decía un poeta Argentino “ Mi madre le puso amor a la olla por que era criolla”.

 Fue así que la vida me fue llevando  a distintas etapas, de niño a curioso adolecente y luego de curioso del mundo a recorrer otros cielos, llenos de vida otras caras, otras miradas, otras manos, otros sabores, otros afectos y el mismo cielo sin olvidar mis raíces, llegue a lugares que de niño veía lejanos y una vida distinta a fuerza de dejar muchas cosas, con un solo objetivo, siempre crecer en la vida en los afectos en los amigos.

 Abrazos que son abrigos del alma y son sostén del corazón, fue así que entre viajes y viajes, empecé a soñar despierto y desperté todos los días con ese sueño el de la casa.

Quien viaja y no tiene hogar es un trota mundos un peregrino, pero quien tiene una casa donde llegar, tiene amor, aromas y sabores que recordar, por eso mi casa es la casa de todos, como la de mi madre la casa de todos y esta abierta y se cocina lo que hay y como hay pero con amor.

Ese fue el camino de aprender, el camino del regreso a los orígenes y a lo olvidado , personas, amigos y afectos que ya no están, pero en cada plato, en cada copa de vino, ellos son parte de la receta.

Por eso ustedes amigos míos son parte de mi casa, son parte de mis afectos, son parte de mi vida, son mi casa, por eso celebramos la vida en una casa con amigos para compartir el pan, el vino la comida, las sonrisas, los llantos, las alegrías como en una familia.

La casa y el chef los espera…buen provecho.!!!

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