La policía italiana detuvo este martes al mayor productor italiano de mozzarella de búfala, uno de los quesos más exquisitos de la cocina de Italia, por sus conexiones con la mafia napolitana, la Camorra.
Según los investigadores, Giuseppe Mandara, que se presentaba nada más ni nada menos que como el “Armani de la mozzarella”, mantenía relaciones comerciales con la temida organización criminal de los Casalesi, uno de los clanes más poderosos de la Camorra.
La policía incautó bienes por un valor de cerca de 100 millones de euros a Mandara, el dueño de una de las mayores marcas de exportación de mozzarella de búfala, un queso sumamente fresco que se fabrica con leche de este animal y que Italia exporta a numerosos países de Europa, así como a Japón y Estados Unidos.
La empresa de Mandara está acusada de haber engañado a los consumidores mezclando leche de búfala de agua con leche de vaca y de etiquetar el queso provolone ordinario, originario también del sur de Italia, como si fuera un queso de mayor calidad, con una denominación más prestigiosa.
El grupo de Mandara también está acusado de comercializar sustancias nocivas, después de que se descubrieran en sus instalaciones dos toneladas de mozzarella contaminadas con polvos de cerámica.
“Hemos ordenado el embargo de toda la empresa”, explicó Paolo Di Napoli, del departamento de protección ambiental de los carabineros.
Un portavoz del Gruppo Alival, el mayor socio de Mandara, se negó a comentar la noticia.
En un entrevista de 2010 publicada en la página denaro.it, Mandara aseguraba que su grupo emplea a unas 180 personas y produce 78 mil quesos al día.
Según la prensa local, la compañía de Mandara producía dos toneladas de mozzarella de búfala al día, tanto para el mercado interno como para la exportación.
Un kilo de este sabroso queso, que en 2008 recibió de la Unión Europea la denominación de “Estado Geográfico Protegido”, cuesta 12 euros en Italia y su precio aumenta en el extranjero.