Protagonista del evento culminante en Nairobi, Kenia, hace casi un año, Farjeat es también un lúcido y puntual crítico de los avances de este nombramiento en el panorama nacional, como nos lo hizo ver recientemente en sus declaraciones para el diario El Universal, y otras más que abordan los detalles en las acciones a emprender en torno al futuro de dicho nombramiento.

“También el rompimiento del equilibrio dietético se vuelve una amenaza, toda vez que se ‘sataniza’ la comida mexicana, y sustentan como consecuencia que hoy el país sea primer lugar en obesidad infantil cuando la comida mexicana por siglos ha sido de las más equilibradas, nutritivas y variadas teniendo como base el maíz, el frijol y el chile.

“A un año del nombramiento se sigue creando estructura en el CCGM; se están replanteando los sistemas de comunicación, renovando la página web y creando una estrategia en las redes sociales. Existe mucho trabajo que la gente no ve, no conoce, esa talacha que busca establecer lineamientos, fundamentos, dirección.

“A un año del nombramiento, el CCGM carece de una infraestructura financiera que permita cumplir con los objetivos de preservar, rescatar, salvaguardar y promover los usos, costumbres, productos, prácticas culturales y saberes que constituyen ese tronco común que define a la cocina tradicional mexicana, buscado al mismo tiempo favorecer la expresión de corrientes innovadoras que garanticen la continuidad de ese patrimonio con identidad propia y carácter único para poder transmitirlo de generación en generación”, reflexiona Farjeat.

El reto, dice el especialista, es contar con el apoyo no soólo del gobierno, como lo ha hecho SAGARPA, sino también del sector privado y de las PYMEs. En nuestro país aún no existe una figura gastronómica que apueste, fuera del ego y fuera del beneficio personal, por un gremio en cohesión, por ese turismo gastronómico como fuente primaria de ingresos, aunque por otro lado, como dice Edgar Núñez, la inseguridad y la imagen de México hacia los demás países, no ayudan mucho.

Además, recalca, el compromiso ante la UNESCO ha rebasado al CCGM. Es un organismo que necesita de la participación de más integrantes que hagan, no solo que opinen; es un organismo con un potencial enorme que debe vincularse con centros de estudios, no sólo donde la historia es pasado, sino donde la historia proyecta esa luz que edifica un futuro.

“Dentro de los logros del CCGM está la Primera Reunión Nacional de Información de la Cocina Tradicional Mexicana Patrimonio Cultural de la Humanidad con gran éxito. Y así como en Nairobi se presentó una muestra gastronómica, se sigue cumpliendo con esta labor, como en Perú, en París, en Cuba y próximamente en Bolivia, en Brasil, en Oaxaca, en Tehuacán, en Michoacán, entre otros destinos. Pero no basta.

“A un año del nombramiento convoco a mis colegas a ser partícipes y colaborar con este reto, a levantar la mano y aportar ideas de cómo lograr los objetivos, a generar apoyos para una base financiera del CCGM que le permita ejecutar y divulgar no solamente el por qué, sino el para qué y el cómo”, explica.

Gracias, Enrique, por la lucidez y la precisión de tus palabras, por trabajar con entusiasmo y con rigor no sólo en la salvaguardia de nuestra cocina, sino ante todo de nuestra cultura, de nuestra identidad.

Vía: El Saber del Sabor

 

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