Pariente de los raspados pero más al natural, este delicioso postre forma parte sin duda del tour gastronómico por Chetumal y como sucede con muchos platillos, nadie sabe quién es el autor de esta versión pero está presente en el gusto popular desde hace más de 30 años.

Hecho a partir de frutas tropicales que se encuentran todo el año como la sandía, papaya, melón, piña, zapote, coco, plátano, cebada y de otras que solo se dan por temporada como el nancen, la pitaya, el mango, el mamey, la anona y el zaramullo (estos últimos totalmente desconocidos para mucha gente que no es de la región).

Su preparación es bastante sencilla: se machacan las frutas hasta convertirlas en una colorida pulpa (de ahí el nombre de machacados), se colocan en el fondo de un vaso que se llena con una buena porción de hielo frapé y al que sazonan leche condensada “la lechera” al gusto, un chorrito de vainilla y canela en polvo (media cucharadita), se revuelven todos los ingredientes formando una mezcla homogénea y se prueba para determinar si está bien de leche condensada o requiere un poco más, al gusto del comensal. Una larga cuchara acompaña al vaso para mezclar todos los ingredientes coronando esta mezcla con un chorrito de leche condensada, unas gotas  de vainilla y un poco de canela en polvo, lo que le da un aspecto muy apetecible y al dar el primer bocado ¡Ah! Una bocanada dulce y fresca nos reconcilia con el clima del trópico.

Colaboración: German gonha0968@hotmail.com

3 comentarios en «México Gourmet te invita a conocer los Machacados»
  1. Pariente de los raspados pero más al natural, este delicioso postre forma parte sin duda del tour gastronómico por Chetumal y como sucede con muchos platillos, nadie sabe quién es el autor de esta versión pero está presente en el gusto popular desde hace más de 30 años.

    Hecho a partir de frutas tropicales que se encuentran todo el año como la sandía, papaya, melón, piña, zapote, coco, plátano, cebada y de otras que solo se dan por temporada como el nancen, la pitaya, el mango, el mamey, la anona y el zaramullo (estos últimos totalmente desconocidos para mucha gente que no es de la región).

    Su preparación es bastante sencilla: se machacan las frutas hasta convertirlas en una colorida pulpa (de ahí el nombre de machacados), se colocan en el fondo de un vaso que se llena con una buena porción de hielo frapé y al que sazonan leche condensada “la lechera” al gusto, un chorrito de vainilla y canela en polvo (media cucharadita), se revuelven todos los ingredientes formando una mezcla homogénea y se prueba para determinar si está bien de leche condensada o requiere un poco más, al gusto del comensal. Una larga cuchara acompaña al vaso para mezclar todos los ingredientes coronando esta mezcla con un chorrito de leche condensada, unas gotas de vainilla y un poco de canela en polvo, lo que le da un aspecto muy apetecible y al dar el primer bocado ¡Ah! Una bocanada dulce y fresca nos reconcilia con el clima del trópico.

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