Septiembre, 2023

MATILDA SALÓN MEXICANO

La Blanca #Mérida, ciudad que en pocos años ha conquistado el corazón de muchas familias nacionales y extranjeras al punto de invitarlas a vivir en ella. Reconocida como una de las ciudades más seguras del mundo, con un alto índice de calidad de vida y sobre todo, por la calidez de su gente, se ha obligado a una apertura en todos los aspectos, y uno de ellos es su gran oferta gastronómica no regional. Así que decidimos disfrutar el día en su centro histórico, pasear por su jardín central y recorrer sus calles… y que mejor opción que visitar a mi amigo, el Chef Christian Bravo, poblano de nacimiento pero acogido ya por muchos años en esta zona y a quién tuve la suerte de conocer y tratar cuando viví en está bella ciudad hace más de diez años.

Un Chef que decidió foguearse en Europa, dentro de restaurantes con una y dos estrellas Michelin, como Mas Pau, Golondrinas y Hacienda Benazuza. Llegó a estas tierras como Chef corporativo de: The Haciendas The Luxury Collection, tiempo en el que coordinó y sirvió en la Hacienda Temozón, el banquete de la cumbre bilateral entre George W. Bush y Felipe Calderón Hinojosa, siendo también Chef del ex presidente francés Nicholas Sarkozy, en su visita a México, creador del espacio Cueva Siete en el Hotel Unico, en la Riviera Maya y los conceptos Crabster, en Puerto Progreso y Paseo 60 así como San Bravo. Su biografía y éxitos son tan extensos que haremos otra reseña dedicada especialmente a éste gran representante de la Cocina Mexicana, pues sin más preámbulo, visitamos el último de sus nuevos proyectos en la región: “Matilda Salón Mexicano”, localizado a una cuadra de la plaza principal, y para comodidad de sus comensales, cuenta con estacionamiento, a escasos 20 metros. Su imponente entrada es su sello distintivo, su gran salón abierto con mobiliario y terminados de madera y su gran barra al fondo, crean la atmósfera perfecta para sentarte a disfrutar la mesa y por qué no, hacer una grata sobremesa degustando su gran selección de digestivos.

Nos recibieron con una sopa de lima, la cuál estaba sensacional, espesa y de gran sabor, siendo testigos de su delicada preparación los residuos que permanecieron en el plato una vez que la degustamos.
Si han tenido oportunidad de leer reseñas anteriores, sabrán que un servidor y mi esposa somos amantes del maíz, así que nuestra primera entrada fue un esquite tradicional con un toque de tuétano, nada más apasionante que exprimir por encima limón y mezclar los granos de elote, tuétano, crema, queso y claro, su toque de chile molido, para integrar ese grandioso sabor que los distingue.

Nuestra siguiente selección fueron los tlacoyos rellenos de haba, al mero estilo poblano, como nos explicó el Chef, su sabor fue espectacular, al igual que la conjunción de textura de la masa del tlacoyo, 100% maíz nixtamalizado, con el puré de habas y hierbabuena, la orden es de 3 piezas, y estuvimos tentados a ordenar una más, pero decidimos seguir degustando otras creaciones.

El Chef se acercó y orgulloso nos dio a probar su propia interpretación del mole en unas tortitas hechas en casa, rellenas de mole y bueno, ¿qué decir? ¡Exquisito! Predominando para mi gusto, ese sabor a chocolate por encima de los chiles y demás ingredientes secretos de su propia receta.

Mención especial a su salsa a base de aceite de ajonjolí, chiles, cacahuate y semillas de ajonjolí, la cual otorga un sello distintivo a cada platillo, casando perfectamente con nuestra siguiente selección: sopes de chapulines, la masa del sope sensacional al igual que sus frijoles refritos, que acompañados con los chapulines y un toque de queso Oaxaca, crean una experiencia sin igual.

De ahí proseguimos con una orden de barbacoa compuesta por lengua y cachete de res, ¡Ufff! ¡Qué combinación!, acompañada con unas buenas tortillas hechas a mano para taquear, qué les puedo yo contar, sin palabras…

Para terminar la experiencia, que permanecerá por siempre en el recuerdo de esos restaurantes o momentos únicos, nos hizo llegar el postre mágico, bautizado como “Oaxaca Mío”. Un sorbete de mezcal con jamaica, gajos de naranja, toronja y fresas con un toque de sal de chapulín. Si visitan el restaurante, no dejen de ordenarlo, un sorbete con carácter, gratamente equilibrado por lo cítrico, afrutado y salado.

Por: José María Alva GBV

Y al final, mi digestivo predilecto, Carajillo shakeado.

Durante toda nuestra experiencia y algo que le aplaudí al Chef, que hoy nadie hace, fue el estar saliendo continuamente al salón, acercándose a las mesas, compartiendo con sus comensales al igual que escuchar comentarios buenos o malos. En lo personal, esta actitud demuestra la gran madurez y comprensión del vínculo que se debe establecer entre el comensal y la cocina, detrás de cada establecimiento que se jacte de servir alimentos, existe una cocinera, cocinero o jefe de cocina, conocido como Chef, y es gracias a ellos que el restaurante resulta o no ser exitoso, lamentablemente, hoy, los empresarios restauranteros esconden a estos artistas, para no deber su fama a ellos, rompiendo así el vínculo que debería existir entre el comensal y la cocina, en mi muy particular punto de vista, si voy a un restaurante y se encuentra el Chef, la experiencia es totalmente diferente a que un cocinero repita una y otra vez una receta, así que amigo Chef Christian Bravo, sigue interactuando con tu público que somos tus comensales.

¡Gracias!

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