Sal de Celestún

Historia: Sal Maya por excelencia, la explotación de las charcas salinas por los Mayas remonta desde el 300 a. C., al llegar los españoles en el siglo XVI quedaron muy impresionados por las salinas de Yucatán, como apuntó el obispo fray Diego de Landa en su Relación de las cosas de Yucatán.

Origen: Seleccionamos las mejores charcas salinas, alimentadas por agua de lluvia, al evaporarse da origen a los cristales finos de sal que flotan en la superficie, conocidos como flor de sal.

Sabor: Ligero, delicado, no abrasivo por ser una sal de agua de lluvia, no de mar ni mineral, lo que la hace única.

Ubicación: Reserva de la Biósfera de la Ría de Celestún, área natural protegida con ecosistemas, no alterados significativamente, donde habitan especies representativas de la biodiversidad nacional, garantizando así la sustentabilidad.

Cosecha, Recolección y Envasado: Existen tan solo 2 cosechas al año, la primera entre los meses de Marzo y Abril y la segunda en el mes de Noviembre, la extracción de los cristales que flotan en la superficie se realiza manualmente con ayuda de palas, con las que delicadamente se va llevando a la orilla de las charcas, en días donde no sopla el viento, se almacena a la sombra para que no pierda su tonalidad rosada y seque por escurrimiento, finalmente es embolsada a mano por mujeres de la comunidad de Celestún, convirtiéndola en una sal artesanal.

Libre de aditivos y conservadores.

Distribuidor: José María Alva Lefaure, ventas@gustobuenvivir.com

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