Hoy es día de “VIERNES VINO” , y se nos antoja, después de un verano tan rico en experiencias y recuerdos , de buenas sensaciones, hablar de ese efecto místico, milagroso y casi alucinante del vino… ese efecto que nosotros hemos llamado “PLAC” , que significa esto, para ir entrando en materia, pues el “PLAC” es esa sensación indescriptible que te deja un vino, en la mente, en el cuerpo, en el recuerdo, en los sueños y un poco más allá… ahora definir este efecto no es tan fácil, aunque se aprecie solo al dejar pasar dos copas de buen vino por nuestros órganos sensoriales, y depositarlo allí… en ese museo oscuro, donde van a parar las obras de arte, mas efímeros del ser humano, si, los platos, bebidas y el vino… nuestro estómago, lugar por demás seguro, pero casi siempre olvidado, por su constante labor gástrica. El efecto “PLAC” del vino es su propia filosofía de coexistir con el ser humano, es eso que te hace volver siempre a él y su compañía necesaria, ese placer siempre presente y adictivo…

El “PLAC” del vino podemos elevarlo a la categoría, de mágico, bebida sacra, diferente y sobre todo único, capaz de sacar los más caros anhelos, virtudes y añoranzas del ser humano. Este “PLAC” que hoy les reseñamos, no es más que la unión o conjunción perfecta entre placer y placebo (termino científico, un tanto medico asociado al placer general y al estado de ánimo) “PLAC” también es y significa, P(potencia), L(longevidad ) A (armonía) y C(capacidad)… potencia para dar más energía al vivir cotidiano, longevidad para dar más calidad de vida a nuestros años, armonía para con uno mismo y con los demás, capacidad para recibir nuevas sensaciones y adaptarse a los vaivenes de la vida… eso sin sumarle la gran carga positiva que presenta para la salud del cuerpo, pues siempre que se ingiera con prudencia, ( copa y media al día) , será de total beneficio para el desarrollo y afinación de las células del cuerpo.

Ahora, ¿Qué de diferente tiene el vino? ¿Qué produce este efecto “PLAC”?

Comencemos por la botella, sus curvas sugerentes, sus formas y colores recuerdan a la silueta femenina, y hay para todos los gustos, desde la de hombros altos, (bordelesa) hasta la de cuello esbelto o flauta (estilo alsaciano), que increíble parecido con los humanos ,para nada desapercibido por el ojo y le tacto , luego la fricción con la copa, lo bello y delicado de estas, (hasta el gusto del vino se acomoda a la buena cristalería) , el “brindis” que momento único, embriagador, para muchos embaucador, y para otros memorable… la sensación “PLAC”, es la aguda y fina mezcla de placer, mas sensaciones, todo esto, igual a emociones irrepetibles (placer + sensaciones = emociones de por vida) ecuación para no olvidar jamás…

Esta capacidad extrema del vino “PLAC”, para mí, solo igualada por el acto de degustar un buen Habano, desemboca en una íntima suculencia, pues el vino es un ser vivo, que lo obliga a usted ha recordar siempre, donde, el que, el por qué, y sobre todo el con quien , se lo bebe, y eso definitivamente queda guardado para siempre en el almacén de la memoria, o sino pregúntese porqué las grades fiestas romanas, eran en honor al dios del vino, aun por ahí se nos escapa alguna que otra bacanal moderna, ó porque uno siempre festeja con champagne ó marca el día, ó guarda el corcho de una fecha trascendental. Los grandes negocios, las grandes relaciones, las mejores amistades y las fatales rupturas se desarrollan en una mesa y en su inmensa mayoría con una botella de vino de por medio.

El alcohol del vino es un duende silente y potente, que desinhibe la conducta sexual de las personas, pero no garantiza el comportamiento posterior, sobre todo porque alguna variedades de uvas elevan la melatonina en el cuerpo, la hormona encargada del sueño, así que el vino prepara y usted resume…

No hay mejor motor para el ser humano, que el deseo de aprender, y vivir algo nuevo, y en eso del” vivir”, el vino es el “decano”… nos ayuda a elevar la calidad de vida, el espíritu, y el status social.

El buen vino, une lo que separa el tiempo, en cada copa de vino, también va incluida una gran dosis de historia y añoranza, pues el vino siempre aparece cuando más se necesita, nos ayuda a engordar e incrementar en gran medida nuestra “egoteca”, aprender de vino, será primero para uno mismo y luego será para compartir con los demás…

“El arte del vino, ayuda al sexo de la imaginación pues nos hace sacar belleza de las imperfecciones. Si no lo sabía, a partir de hoy, apueste siempre por el envolvente orgásmico y sensual efecto “PLAC” vino!!!

Master Wine & Cigar Sommelier Yamir Pellegrino

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