Clase Azul México, nació hace más de 25 años en Los Altos de Jalisco para dar a conocer al mundo la magia de la cultura mexicana. El nombre se refiere al color del agave con que preparan sus destilados y fue el color usado para pintar su primera botella de Reposado. Esa licorera es una creación única a nivel mundial de parte de expertos artesanos mexicanos, gracias a Tradición Mazahua, un taller cerámico creado en 2007.
Hacen la jima de sus agaves a los seis años, cortando al ras las pencas y dejando solamente su centro o la piña. Luego, la cuecen por 72 horas en hornos de mampostería tradicionales para extraer los azúcares naturales, agregan una levadura especial y son fermentados. Así se produce el alcohol, con doble destilación en alambiques de cobre y así nace Clase Azul Tequila Plata, la base de sus tequilas. El resultado permanece en barricas de roble francés, de whiskey americano por el tiempo necesario para ser catalogado como reposado, añejo y extra añejo.
Sus licoreras se venden en más de 85 países actualmente, a las cuales se agregaron en el 2015 una nueva licorera, pero con mezcal. El mezcal es uno de los destilados mexicanos más antiguos elaborado a partir de varios tipos de agave y desde 1994 tiene denominación de origen. Se produce en nueve estados: Durango, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.
Clase Azul produce artesanalmente un mezcal de Durango con agave cenizo usando roca volcánica para la cocción de las piñas. En 2021 lanzaron mezcal Guerrero con agave papalote usando piedras de río para la cocción y ahora mezcal San Luis Potosí con agave verde. La decoración de las licoreras cambia en textura y diseño de las tapas: color negro con cuentas de colores para Durango, verde con laqueado para Guerrero y rojo con estambre para San Luis.
Recién pude probar estos tres mezcales y el tequila Plata en una cena maridaje en el restaurante Terra Nostra de Nizuc Resort & Spa en Cancún. Una velada increíble a invitación del director general Alfonso Martínez y con un menú de cinco tiempos a cargo del chef Álvaro Corona. Estuvieron presentes de parte de Clase Azul México Mónica Moreno, directora comercial de zona centro e Iván Torres, ejecutivo de CDMX.
Empezamos la cena con una toronja infusionada con Tequila Plata, sal de mar y jamón Ibérico deshidratado.
Seguimos con ajoblanco con albacore curado, tomate deshidratado, menta y espuma de vainilla maridado con Tequila Plata con notas de naranja, limón, menta y vainilla.
Luego, un pargo cocinado al vacío, “beurre blanc” de cítricos, pimienta rosa, chocolate blanco y ahumado con tabaco, maridado con mezcal Guerrero (notas de toronja, madera, pimienta)…
… y de cuarto tiempo un filete de Wagyu ahumado con adobo de tamarindo con el mezcal Durango, con notas cítricas y herbales, aceituna verde, clavo, cacahuate y chocolate.
Terminamos con un cremoso de chocolate Ruby, espuma de mezcal San Luis, perlas de chocolate, sorbete de frutos rojos, biscocho con jarabe de mezcal, crujiente de frambuesas liofilizadas y caramelo, del chef, Alan Cocom. Este último maridaje fue con mezcal San Luis Potosí con notas de caramelo, chile verde, lima y clavo.
Por: Miriam Sibarita Carmo https://www.facebook.com/miriamsibaritacarmo