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Madrid, 28 ene (EFE).- El buen nivel que están alcanzando muchos de los restaurantes de Latinoamérica requiere una guÃa MichelÃn de la región, cuya cocina es una de las emergentes del mundo, según ha seÑalado el chef mexicano Daniel OvadÃa en una entrevista con Efe.
Se trata de una reivindicación común de los cocineros latinoamericanos: «Hemos platicado de que quizá deberÃan voltear a ver y hacer una guÃa que incluyera a México, Venezuela, Perú y Brasil», expuso OvadÃa (Paxia, Distrito Federal) tras su aplaudido paso por la cumbre gastronómica Madrid Fusión.
En opinión de este joven maestro «en conjunto se puede hacer una muy buena guÃa porque hay muchos buenos restaurantes», si bien matiza que la alta cocina es aún un movimiento «muy nuevo» en algunos paÃses de la región.
Ese tipo de publicaciones y sus anheladas estrellas de calidad -que se otorgan desde 1926- hacen que «suba el nivel gastronómico» de un paÃs, asegura un chef que, si bien defiende que el reconocimiento «más importante» a un restaurante lo da «la gente», no niega que le gustarÃa lucir alguno de esos «macarrones», como les llama el gremio.
La GuÃa MichelÃn abarca, tras más de un siglo de historia, 23 paÃses de tres continentes pero hasta ahora no ha puesto sus ojos en Latinoamérica, cuyas distintas culinarias son cada vez más conocidas en el resto del mundo.
Al respecto, OvadÃa seÑala que Perú o Brasil -con Gastón Acurio y Ãlex Atala como cabezas visibles, respectivamente- «han hecho las cosas bien», por lo que sus colegas mexicanos se preguntan qué les ha faltado para que su gastronomÃa, reconocida por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2010, no sea más apreciada en el mundo ni logre desvincularse del concepto «tex mex» de EE.UU.
En su opinión, hace falta «un grupo de cocineros que se pongan de acuerdo trabajando con el mismo fin». Recuerda que en los últimos 50 aÑos no existÃan «buenas relaciones» entre los lÃderes gastronómicos de su paÃs y, en los congresos internacionales, «no hablaban por México sino por su propio restaurante o su persona».
La generación actual de cocineros ha cambiado ese panorama y sus integrantes se consideran «compaÑeros de oficio» que trabajan «mucho» por México.
Confiado en que esa actitud «tiene que acabar por cuajar», pide a sus colegas que «dejen los orgullos de lado para empezar a trabajar en conjunto, porque si en EspaÑa no se hubiera trabajado en conjunto nunca habrÃa llegado a ser lo que es».
«La gastronomÃa, la historia, la cultura y todo lo demás lo tenemos. México es de los principales lugares de ingredientes de Mesoamérica y su riqueza se observa Estado por Estado; Perú tuvo que ir a buscar en su Amazonas que tenÃa para ver qué hacÃa» dice quien practica una cocina que combina lo prehispánico y lo mestizo.
Enamorado de ingredientes como el aguacate, el maÃz, el chile y el tomate en todas sus variantes, defiende que sólo con esos ingredientes que México «dio al mundo» se pueden hacer «cosas espectaculares».
También considera que otro paso dado en su paÃs para mejorar su oferta de restaurantes ha sido la descentralización. La alta cocina ya no se limita a Ciudad de México, donde destaca a Enrique Olvera (Pujol), y cita como ejemplos a Guillermo González Beristáin en Monterrey, Benito Molina en Ensenada o Alejandro Ruiz en Oaxaca.
En cuanto al panorama espaÑol, escoge a cocineros que desde pequeÑo le marcaron el rumbo: el fallecido Santi SantamarÃa «por su forma de cocinar, de escribir, de filosofar»; MartÃn Berasategui, del que le impresiona «muchÃsimo» su «filosofÃa de vida», y David MuÑoz (Diverxo) de quien dice que es «un fenómeno rompedor de barreras».
«Me gustan los que no van con la corriente», afirma. Y asà lo demuestra cada dÃa ante los fogones. EFE
               EFE               |                                       Fecha: 01/28/2012
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