Hoy en dÃa, la oferta de cocina en TV es impresionante, hoy, en cualquier programa que ustedes pongan, hay un sección de cocina. ¿Esto es bueno o malo? Yo creo que tiene un poco de las 2. Bueno porque desde ahà empiezan estos programas a infundir una cultura gastronómica y en hacer que la gente se preocupe más por comer un poco mejor, malo porque la mayorÃa de estos programas están patrocinados por productos que no necesariamente son de la mejor calidad para nosotros y nuestro cuerpo, y a veces, estos buscan a un cocinero o figura de renombre para darle credibilidad a sus productos, aunque si no fuera por estas grandes empresas, no habrÃa estas pequeÑas cápsulas. Otra cosa mala que veo también, es que
todos los estudiantes antes que cocineros quieren salir en la TV. Raymond Olivier fue el primer gran cocinero que apareció en la TV, ofreció su saber en la pantalla cuando aún era a blanco y negro, el demostraba su talento en el gran restaurante parisino Le Grand Vèfour, manejaba una pedagogÃa envidiable, que ya la quisiera yo. En nuestro paÃs, quién no recuerda a la gran Chepina Peralta, ¿qué madre nuestra no la vio? ¿Y a cuántos de nosotros no nos molestaron o nos decÃan “chepinosâ€? Hay quien dice que cuantos más programas se emiten, menos tiempo real se tiene para cocinar. Hoy, grandes programas de TV muestran la cultura gastronómica del paÃs, tal como Aquiles Chavez en su programa AquilÃsimo o José Ramón Castillo con la ruta del cacao, muestran comarcas y cocineros, que si no fuera por ellos, mucha gente no les conocerÃa, estos programas de calidad captan la mente de un público, que más que buscar una receta, buscan conocer en profundidad cómo es la vida de un cocinero, cómo trabajamos en una cocina y encontrar una expresión culinaria cultural en todos los ámbitos.
Faltan muchos programas que gocen de una información de calidad, en pocas palabras: para aprender. Pero ya sabemos, en la TV se prefiere la audiencia, y no está mal, es su negocio. El gran cocinero Bernard Loiseau, cuya muerte trágica ha sido escrita y descrita tantas veces, logró hacerse de una fama en la TV francesa increÃble, aunque esta fama parece estar reÑida con el prestigio de un restaurante. Prestigio y fama son difÃciles de empatar, al final, si la figura del cocinero en cuestión, pesa más por rockstar que por la calidad de su cocina: mal negocio.
VÃa: Gourmetepec
Author; Edgar NúÑez